¿Cómo se alimenta el alma?
El alma es el sostén de la materia. Si no alimentas el alma la materia
se va descomponiendo o enfermando. El alma te hace fuerte, creativo, te
inspira, te protege, te cuida. La alimentación del alma es la más importante de
todas las prácticas, y esto se consigue con la meditación, con la belleza, con
el silencio y la oración, viviendo con atención, con la lectura edificante, con
el arte objetivo y estando despiertos.
Todo en la naturaleza tiende a autorregularse, pero cuando la mente está
muy presente, el ego y el desorden, es muy difícil equilibrarse y el alma
empieza a morirse de hambre. Hay que estar alerta. Hay que escuchar el
alma.
El alimento fundamental es el AMOR.
Las cosas están llenas de amor. La vida está llena de AMOR. Cultivar la
presencia y la intimidad con todo cuanto te relacionas (objetos, alimentos,
animales, plantas, personas) en el día a día te regala alimento para el alma.
Si lo permites… todo te AMA.
Hay tres prácticas imprescindibles para tener una vida lúcida:
1. Adquirir conocimiento
espiritual2. Meditar
3. Practicar en el mundo y con el mundo la perspectiva espiritual.
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